La trayectoria mediática de Linda Hernández Rosado es un ejemplo de entrega y dedicación dentro de la comunidad hispana.
Curiosamente, la carrera que Hernández eligió no fue la del periodismo -en donde ha consolidado su labor por décadas- sino la de Ciencias Bibliotecarias e Información, donde obtuvo una maestría por la Universidad de Puerto Rico.
A la postre, esa vocación marcaría una gran diferencia en su desempeño dentro de los medios de información: “Yo creo que la cuestión académica me ayudó mucho. Pues me proporcionó herramientas adicionales para poder hacer una diferencia en los medios de comunicación. Dicha formación me ganó el respeto de la comunidad periodística pues yo podía abordar ideas de manera diferente y estaba en condiciones de ayudarlos a preparar reportajes de investigación. Tener ese bagaje académico fue un gran acierto en mi carrera”, detalla esta integrante de la Junta Directiva de HITN.
Los logros profesionales que Linda Hernández ha cosechado son incontables y, en su mayoría, se destacan en dos campos principales: la bibliotecología y el periodismo. Respecto a la especialidad periodística, Hernández Rosado compartió algunos detalles de su estrategia laboral: “Para poder mantener un lidezgo en los medios de comunicación tuvo que aflorar en mí una personalidad que yo no sabía que tenía. Tuve que ser fuerte, dura e inclusive verme igual que los varones a la hora de las discusiones. Yo no fui nunca una mujer suavecita, siempre mostré un lado hardcore. Y eso definitivamente me ayudó durante esa época porque de lo contrario me hubieran aplastado. Mantenerme firme en mis convicciones y luchar con fuerza por defenderlas fue una acertada postura mientras dirigiría medios de comunicación”.
En cuanto a identificar alguna anécdota que refleje fielmente un momento importante de su trayectoria, Hernández Rosado recuerda: “Fundé el noticiario de Tele 11. Un informativo que empezamos con trece personas y luego llegamos a ser 200 periodistas. Definitivamente fue al momento de alcanzar ese tope, de tener muchísimas horas de programación, que me vi liderando un gran medio. Y es que había fortaleza en todo lo que hacíamos, éramos reconocidos en el país y logramos tener un conglomerado periodístico sólido. Y cuando conseguimos ese logro, es que caí en cuenta de que ya había logrado mi objetivo, había llegado a donde yo quería”.
La representación y la paridad de género son valores muy importantes en la actualidad y no es de sorprender que para una figura como Linda Hernández, cuya carrera comenzó antes de que la sociedad cobrara conciencia de estas variables, dichos tópicos se tenían que vivir en carne propia: “En los años que empecé, todavía era una época bastante machista. A finales de los 70 éramos muy pocas las mujeres en los medios de comunicación. Fue una época intensa; seguramente, yo tenía que trabajar mucho más que los demás y tuvieron que pasar muchos años para que se me reconociera el mismo salario que se le concedía a los varones. Lo conseguí a base de esfuerzo y dinamismo, posiblemente por trabajar el doble que el varón. Al varón se le permitía escaparse e irse a jugar golf y, en un momento dado, yo expresé que quería ir a un centro comercial para relajarme y entonces me dijeron que no era igual. Este tipo de detalles hoy parecen banales, pero en aquellos tiempos eran los grandes retos para acortar las diferencias de género en los medios de comunicación”.
A lo largo de su carrera como profesionista, Hernández Rosado también se ha desempeñado como profesora universitaria y dedicó un consejo para las generaciones futuras: “Muchos de las compañeras y compañeros con quienes colaboré son ahora directores de noticias en los Estados Unidos, tanto en Telemundo como en Univisión, y mantienen contacto conmigo. Y al efectuar un recuento de lo que todos estos colegas me comentan, la respuesta es simple: el trabajo, la educación y el respeto hacia todos los compañeros son las claves. Se deben crear ambientes laborales donde tú puedas mantener un balance, de orden, de éxito y de tranquilidad; especialmente dentro de los departamentos de noticias y de los periódicos donde se enfrentan tantos imponderables. Y definitivamente creo que ese equilibrio lo logran las mujeres con su eficiente manejo de crisis y emergencias. Personalemente, me molesta mucho cuando dicen que las mujeres son muy histéricas; eso no es cierto, nosotras somos proactivas. Te puedo decir que me siento orgullosa de que en los noticiarios que yo dirigí, siempre logré mantener a un equipo tranquilo para llevar la información al público de forma objetiva y sin alarmismos”.
Y antes de cerrar esta conversación, una pregunta obligada era aquella que abordara no solo el aspecto de género sino también el de la etnicidad: “Mientras dirigía El Nuevo Día en Orlando, me invitaron a ser miembro de la Junta de Periodistas del Área Sur. Y recuerdo que un colega de la junta, ganador del premio Pulitzer, me dijo que la razón de mi ingreso se debía a mi origen hispano. Y a mí me dio tanto coraje, imagínate si no, se trataba de un periodista al que la gente respetaba y que me descalificaba por ser hispana. Así que quien diga que no ha pasado malos ratos por ser mujer y en este caso también por ser hispanos, pues miente. De sobra sabemos que es más duro para todos nosotros. Y mira, ser mujer hispana y boricua es difícil en los Estados Unidos… bien difícil”.
A pesar de los escollos, la perseverancia de Hernández Rosado ha contribuido para que las mujeres de las próximas generaciones puedan destacar en mayor equidad.